Muy buenas… ¿miedo a vender? ¿A buscar a ese nuevo cliente? ¿A entrar por esa puerta para presentar tu producto?
No creo que sea miedo ¿verdad? Quizás es… ¿incertidumbre?
La cuestión es que ¿Quién no se ha visto invadido por un “miedo” a lo desconocido, al qué me dirán, qué me contestarán…?
No tenemos otra. Empresarios, personas que nos dedicamos a la venta, vendiendo nuestros propios productos o productos de otros nos enfrentamos día a día a tener que lidiar con situaciones a menudo desconocidas y a menudo incómodas y difíciles de digerir.
Sin embargo… ¿te has dado cuenta de que de todos los pensamientos que tenemos jugando a adivinar el futuro (que por cierto siempre nos lo solemos imaginar como el peor de todos) nunca se convierten en realidad?
Nada… no aprendemos… existen evidencias y ejemplos que tú mismo te puedes poner y que te demuestran que el futuro nunca sucede de la manera en que nosotros lo imaginamos. Pensar en el peor futuro (no lo podemos evitar, el ser humano tiene una tendencia irresistible a autojoderse la vida) lo único que hace es amargarnos la vida HOY para que NUNCA se convierta en realidad lo que teníamos pensado.
Aquí te dejo este simple ejercicio que te va a ayudar a identificar miedos infundados.
Completa las siguientes frases en una folio:
Yo quiero________________________________________y me asusto al imaginar____________________________________________
Por ejemplo: yo quiero conseguir un nuevo cliente y me asusto al imaginar haciendo llamadas y presentándome como empresa y ver cómo me gritan y me dicen NO
Ahora que lo ves escrito… ¿no te parece una soberana gilipollez estar amargándote la vida por algo que no ha sucedido todavía? ¿No te parece irreal que te griten por llamar?
Piensa esto: mientras que el sentimiento de miedo es real (sucede ahora) aquello por lo que sientes miedo no lo es. Se trata del futuro, impredecible, inexistente… y sin embargo te estás sintiendo ahora como si el futuro ya estuviera sucediendo ¿no te parece injusto y una manera gratuita de joderte la existencia?
Redirige tus pensamientos al momento actual, piensa en lo positivo e imagínatelo en tu mente.
Y por último abraza al miedo y da un paso adelante. Acción, acción, acción. Sin acción no hay resultados. Piensa por un momento en aquella situación que no controlabas, que te asustaba y que por circunstancias tuviste que tomar acción y dar un paso adelante ¿Cuál fue el resultado? Bueno… mejor… buenísimo. ¿Te arrepientes de tomar acción? Seguro que no.
Abraza el miedo y da un paso adelante. Pregúntate ¿qué es lo peor que puede pasar? y… ¿Y lo mejor?. Pregúntante ¿Peligra tu vída? Seguro que no así que… ADELANTE.
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