Sólo tu mente te impide avanzar (y tú se lo permites)

Sólo tu mente te impide avanzar (y tú se lo permites)

Nuestro máximo saboteador es nuestra mente. Nos hace adelantar situaciones que nunca sucederán o pensar en experiencias pasadas que nunca se repetirán. Sólo nuestra mente nos impide avanzar y a veces somos conscientes y se lo permitimos.

A veces (afortunadamente muchas veces), tengo la posibilidad de estar delante de algún empresario que por algún motivo ha ido a parar sentado delante de mi. Ese motivo suele ser «no vendo lo suficiente», «la competencia está reventando los precios», «soy uno más y no me sé diferenciar», «qué más puedo hacer para vender más»… etc etc.

El hecho de estar sentado conmigo tratando ciertos temas de su empresa es algo interesante. De momento, este empresario ha tenido en primer lugar la habilidad de poder mirarse a si mismo, de analizarse y por último de decirse: «algo tengo que cambiar…si no, mal vamos».

Primera parte del proceso de cambio superada. Enhorabuena.

Ahora viene la segunda donde se quedan la gran mayoría. Se trata de manos a la obra. Acción.

Pero antes de seguir quisiera hacerte unas preguntas ¿cuánto crees que vale tener éxito? ¿Cuánto crees que vale levantar tu negocio? (y no estoy hablando de dinero).

Te hago estas preguntas porque desgraciadamente muchas personas piensan que los demás, los que han tenido éxito, ha sido por suerte. Ni hablar. Te voy a contar el secreto de su éxito. El secreto de su éxito ha sido:

  • Levantarse cada día y preguntarse «¿y qué más puedo hacer?». Si no se les ocurre nada, buscan ayuda.
  • ¿Cómo puedo poner en práctica aquello sobre lo que leí o me informé el otro día?
  • Se forman cada día. Leen nuevas tendencias, hacia dónde va el mercado, se cuestionan el statu quo.
  • Ponen en práctica lo que aprenden y por tanto consiguen resultados.
  • Trabajar de manera sistemática, pasito a pasito, sin pararse.

Estos seis puntos son clave, fundamentales para poder transformar tu negocio. Desgraciadamente nuestra mente está ahí para echar por tierra cada uno de ellos:

  • «Ufff, no puedo hacer nada, esperemos que la crisis pase pronto» ¿Buscar ayuda? Nooo, no la necesito. ¿Quién puede ayudarme a mi que llevo 30 años en el sector?
  • «Qué rollo. A mi edad ahora a leer cada día. No estoy para perder el tiempo.»
  • «¿Formarme a mi edad?. ¿Innovar, cambiar? Los experimentos en casa y con gaseosa.»
  • «Lo que aprendía ayer fue una tontería. Yo no lo veo para mi negocio.»
  • «A ver hoy qué sucede. Vamos a trabajar y veremos qué sorpresa nos depara el día»

Las 6 primeras y las seis segundas son dos caras de la misma moneda. Las 6 primeras te catapultan al éxito, a tu visión, las 6 segundas te hunden un poco más.

La cuestión es que depende de ti elegir unas u otras.

Todos queremos el éxito en nuestros negocios pero no muchos quieren pagar el precio del éxito. El éxito, al menos, te cuesta tiempo. Tiempo para formarte, actualizarte, aprender, poner en práctica, equivocarte y volver a poner en práctica.

No existe el éxito sin sacrificio. Ahora bien… depende de ti considerar o no sacrificio algunas cosas.

¿Es un sacrificio dedicarle tiempo a formarse? ¿Es un sacrificio dedicar tiempo a poner en práctica algunas cosas que no dominamos todavía muy bien?… para mi, más que un sacrificio es un privilegio poder tener la actitud para que estas cosas no me cuesten ponerlas en práctica.

¿Y a tí? De ti depende. Adoptar una actitud u otra. Quedarte como estás o seguir avanzando. Llegar a un destino o a otro totalmente opuesto ¿Vas a seguir dejando que tu mente controle tu destino?

 

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