Rechazar clientes maleducados, pierdes dinero ganas salud

Rechazar clientes maleducados, pierdes dinero ganas salud

Hace unos meses recibí una carta de mi compañía de seguros (que por cierto era Direct Seguros). Me decían muy amablemente que lamentablemente no podían seguir ofreciéndome el servicio de asegurar mi coche. Te prometo que nunca fui maleducado, aunque parecer ser que poco rentable para esta empresa sí lo era. A veces tenemos que decir Adiós a clientes no rentables o a clientes maleducados

Esa sensación de no entender nada conforme lo leía era lo que me invadía en ese momento.

A ver… si yo pago mi seguro todos los años… si hay años en los que no lo uso para nada… si cuando uso el seguro es para que venga una grúa a recargarme la batería… ¿por qué leches no me renuevan el seguro?

Moriré con la duda.

El caso es que me da que pensar. Por algún motivo, yo no soy el tipo de cliente al que quieren servir y con mucha educación me dijeron Adiós.

La verdad. Es que no está mal decir Adiós a los clientes que, no te reportan ningún beneficio (económico) sino que… (y esto es lo más importante) no conectan contigo de manera emocional. No hay feeling, vamos.

Me explico.

 

¿Te levantas por la mañana pensando que tienes que ver al cliente que sólo hace que ponerte trabas, que te trata con desprecio y es un maleducado? ¿Pesa sobre ti como una losa? ¿Te cuesta visitarle? ¿Te cuesta llamarle? Si tus respuestas son Sí ¿Cuánto ganarías al decirle «Señor Pepito… que le den»? Uaaahhh… que a gusto nos quedaríamos. La pena es que no podemos decírselo (bueno, sí podemos, pero no debemos). Pero… ¿Cuánto ganaríamos en tranquilidad, en motivación, en alegría de vivir?

Quizás estés pensando ¿Y cuanto perderíamos en ingresos? mmmhhh… eso depende de ti. En mi caso hay comportamientos y personas que no las quiero cerca de mi ni por un millón de euros.

Hace unos días contacté con un señorito que buscaba en un foro una persona que le ayudara con el marketing de su startup. Quedamos un día para hablar con skype después de haberle firmado 7 hojas del documento de confidencialidad. Ya tenía aquí a otro emprendedor enamorado ciegamente de su idea (¡cuidado seguro que me la van a robar!).

Durante la entrevista… el tío no soltó ni prenda. ¡qué difícil era poder ayudarle! No me dijo en que consistía su proyecto pero lo más bochornoso eran sus aires de grandeza. Yo, llegué a pensar que estaba hablando con el mismísimo Bill Gates Hispano… y tras preguntarle unas cuantas cosas y él sólo contestarme «¡Pregunta equivocada!» (Sí sí, increíble) le dije: «mira… creo que yo no soy tu hombre» aunque si te soy sincero me gustaría haberle dicho «Que te den por culo, imbécil».

La cuestión es que en mi opinión es beneficioso para la salud rechazar clientes y posibles clientes.

Es un poco lo que cuento en  «Nunca Más Llamada Fría»: tienes que hacer preguntas para comprobar que tu cliente encaja con tu producto pero además, hacer preguntas para asegurarte de que tu personalidad encaja con la del cliente.

¿Y tú qué opinas?

Josué.

COMMENTS

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    Solo hay algo peor a no tener clientes y es, tener al cliente equivocado.

    Buen artículo.