No existe un saboteador más grande que nosotros mismos. Empezando y acabando por lo que nosotros nos decimos a nosotros mismos. Vender es un trabajo tan sacrificado como otro cualquiera pero con una recompensa superior al de otros muchos trabajos. Si piensas que vender es engañar, embaucar, colocar productos es mejor que te dediques a otra cosa, sin embargo, si piensas que vender es ayudar a semejantes a que sigan avanzando en sus vidas personales o profesionales bienvenido.En este post te voy a enseñar 5 piedras que nosotros mismos nos ponemos en el camino para vender.
No hay ser en la tierra que se pueda autojoder más las existencia que el ser humano y muchas veces nos ponemos por lo menos 5 piedras que nos hacen las cosas más difíciles. Tiene narices la cosa. Pudiendo elegir y pudiéndolo hacer más fácil y sencillo, nada, más difícil.
La primera piedra que te pones en tu camino como vendedor viene condicionada por el concepto que tienes sobre la venta. Lo que te decía. ¿Qué es para tí vender? Si piensas que vender es lo más rastrero del mundo seguramente pensarás que a ti no te gusta vender. Cambia el chip. Vender es ayudar a avanzar, a seguir creciendo.
La segunda piedra es pensar que el éxito en ventas sólo depende de uno mismo. Y muchos se martirizan diciendo «yo no sé vender» «yo no valgo». Espera espera. En un proceso de venta intervienen muchos factores: tu, el producto/servicio que se vende, que hables con un prospecto cualificado, la estrategia que sigas, los materiales auxiliares de apoyo… Deja de ser víctima. Si no vendes ¿has pensado que puede ser por algún otro factor diferente a ti?
La tercera piedra es pensar que nuestro producto tiene que ser perfecto. No es así. Los productos más vendidos no son perfectos. Tienen defectos. Y además ¿has pensado que lo que es imperfecto para ti puede ser una perfección para otra persona? Se trata de encontrar los prospectos para los cuales tu producto, ese que tú consideras imperfecto, es perfecto.
La cuarta piedra es intentar adivinar el futuro. Vas a fallar en esa arte. Piensa en cuántas veces el futuro ha sucedido tal y como lo habías imaginado. Nunca o casi nunca. Así que no intentes adivinar y adelantar el futuro diciéndote: «me van a gritar» ¿Ah sí, cuántas personas te han gritado consecuencia de haber hablado con ellos para ofrecerle tu producto? Ninguna. Piénsalo bien: ninguna.
La quita y última piedra es ir con un cartel imaginario en la frente que dice «TE QUIERO VENDER». Mi consejo (si me lo aceptas) es que si quieres vender NO vayas a vender. Sí, has leído bien. No vayas a vender. Ve a escuchar para conocer. Conocer cómo es la vida del prospecto, a qué se dedica, cuáles son sus principales problemas… y una vez hayas escuchado haz un juego de imaginación y pregúntate cómo encaja tu producto o servicio en la realidad que te ha contado el prospecto. Es decir, escucha, capta su dolor y dale su medicina.
Pensar como un top vendedor es clave para que las ventas se sucedan una y otra vez. ¿Si quieres aprender qué hacen los top vendedores para vender sin parar? Pincha Aquí.
Nos vemos Vendedor Ninja.
Josué.
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