Hola, espero que hayáis pasado unas buenas vacaciones de verano hayáis desconectado y hayáis vuelto con las pilas cargadas.
A veces me encuentro con situaciones en las que la gente me dice… «Josué, no encuentro a mi cliente» «me cuelgan el teléfono…» «no consigo la cita…». Y la verdad es que pasan más tiempo quejándose que queriendo poner solución a la situación que viven.
A veces (diría yo que en la mayoría de ocasiones) llegar al objetivo no es fácil. Si lo fuera, esto sería el país de las maravillas. Y una de las cosas que observo en las personas de éxito, que consiguen sus objetivos, es que tienen una capacidad para volverse a levantar como ninguna otra. Todos, nos hemos llevado (y nos llevamos) palos. Nos cierran la puerta, nos dicen que «no», nos resulta imposible hablar con cierta persona… y nos quedamos, nos quedamos mucho y la pregunta que quiero hacerte es
¿En una escala del 1 al 10 donde 10 significa que estás poniendo esfuerzo total en construir tu negocio o conseguir tus objetivos y 1 ese que no estás llevando a cabo acciones diarios para generar más negocio, dónde te encuentras?
La próxima vez que te quejes de que no consigues tus objetivos pregúntate si tus acciones están alineadas con tus intenciones. Ese es el «secreto». Si quieres vender o conseguir cualquier objetivo tendrás que alinear tus acciones con tus intenciones.
Define tus objetivos. ¿Cuál es tu objetivo de aquí a final de año? Sé lo más concreto posible. Que el objetivo sea medible. Por ejemplo «Conseguir aumentar el ratio de cliente/visita al 35%» (esto es que de cada 100 visitas 35 se conviertan en clientes).
Un vez con este objetivo en mente pregúntate ¿qué acciones puedo llevar a cabo, cada día, cada semana, cada mes para alcanzar ese objetivo? y conviértelas en acciones «no negociables». Esto es, hay que hacerlas sí o sí, llueva, truene o haga relámpagos. Sí o sí. Por ejemplo: cada día encontrar 10 nuevos contactos, cada quincena enviar un boletín de noticias, cada mes dar una charla gratuita… Las posibilidades son infinitas, tantas como tu imaginación y la de tu equipo sea capaz de plasmar sobre una pizarra en blanco.
Y quizás estés pensando «Josué… es que yo no sé qué más hacer». Busca ayuda. Yo a veces me he estancado. Ayudo a otros a buscar prospectos, a hacer que el prospecto se convierta en cliente pero a veces me he estancado y lo que he hecho ha sido buscar ayuda. Y no pasa nada. Dos cabezas piensan más que una. La realidad se ve con ojos diferentes cuando alguien entra a nuestra a empresa y nos plantea nuevas posibilidades u otras maneras de hacer las cosas ¿por qué no?
Clicka aquí en la imagen de abajo y te cuento más cosas…
P.d: Clicka aquí y cuéntame cuáles son tus principales problemas para vender o hacer clientes y qué resultado te gustaría conseguir en los próximos meses
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